Hijo del destacado cantautor Hugo Moraga, Cristián recibió de primera mano, y a muy temprana edad, su instrucción musical. A fines de los años ’80 descubrió su inspiración máxima en el álbum de Herbie Hancock Head hunters (1973), y de ahí en más se decretó el credo, casi religioso, de Moraga-hijo con el funk en sus dimensiones rítmicas, melódicas y estéticas: James Brown, Stevie Wonder, Sly & The Family Stone, Funkadelic y otros.

En 1992, el joven músico conoció al bajista David Rulo Eidelstein, cuando Esperanza Restucci los invitó a ambos a integrar un nuevo proyecto musical. Su afinidad por el funk, y confesa admiración por el estilo de Pedro Foncea (de De Kiruza), hizo a ambos amigos optar por comenzar con un grupo propio. Lo llamaron, primero, Dr. Funkestein, y completaron luego la formación con dos nuevos integrantes y la presentación pública como Los Tetas. Desde entonces, Moraga fue Cee-Funk.

Pese a ser parte estable de importantes bandas chilenas, así como las muchas colaboraciones de su trayectoria, C-Funk ha conseguido defender también una impronta de músico solista. Diez años al frente de Los Tetas, y más tarde su incorporación a Chancho en Piedra han sido sus vitrinas más vistosas, pero no dejado por ellas de persistir en grabaciones y publicaciones por su cuenta.